Al hacer un viaje a un país extranjero, sobre todo uno que se encuentra fuera de la zona euro, una persona se somete a varios riesgos a la hora de comprar. Por eso, muchas personas optan por manejarse con una tarjeta de crédito para realizar sus actividades comerciales, aunque esto mismo también tiene sus propios riesgos que hay que conocer, y la OCU ha dado advertencias sobre cómo hacer una buena gestión de este crédito.
Consejos de la OCU para pagar con tarjeta de crédito en el extranjero
Lo primero que aconseja la OCU al viajar al extranjero, es hacer una consulta al banco asociado con su tarjeta de crédito para conocer el tipo de comisión que aplica en función de la operación que se quiere realizar. Esto, ya que algunos tipos de tarjetas permiten extraer dinero en el extranjero sin comisión, mientras otras entidades extraen entre un 4 a 5% del importe extraído.
De la misma forma, hay tarjetas que tienen establecidas ciertas comisiones por cambio de divisas, la cual aplica tanto en extracciones cómo para compras donde la moneda es distinta al euro, y que puede llegar hasta un 3% del importe de la operación.
Igual, es posible encontrar tarjetas de crédito que no cobren comisiones por cambios de divisas o por sacar dinero en cajeros automáticos, o al menos sean más reducidas, tales como Revolut, Vivid Money o Rebellion Pay, así que deberían ser opciones a tener en cuenta. Así mismo, para algunos puede ser mejor usar la moneda local para sus compras, aunque hay que ser cuidadosos al llevar grandes sumas de dinero en efectivo en las calles para evitar robos.
Riesgos de pagar con tarjeta de crédito en el extranjero
Está claro que el principal riesgo de pagar con tarjeta de crédito en el extranjero son los sobrecostes de las comisiones, motivo por el que la OCU ha explicado cómo lidiar con estos pagos adicionales. Pero, también hay que tener en cuenta otros factores cómo el robo.
No importa que tan poco probable sea las posibilidades de sufrir un robo, es algo que siempre hay que tener en cuenta, y una de las maneras de hacerlo es no sacar grandes sumas de dinero con la tarjeta de crédito, o establecer un límite diario para el plástico, de forma que si está se pierde o la roban se asegurará que una tercera persona no haga gastos no deseados.
También, es posible que una persona simplemente pierda su tarjeta de crédito en el extranjero o se dañe por algún factor externo, por lo cual es recomendable siempre llevar una segunda tarjeta por si la primera no funciona para evitar este tipo de inconvenientes.
Además, aunque ya hemos especificado que es preferible no llevar grandes sumas de dinero encima, es recomendable tener cierta suma de la moneda local para intercambiar o comprar, en caso de que te quedes sin fondos en la tarjeta de crédito puedas hacer compras importantes.